Soy consciente de que en el
momento en el que una entrada de un blog sobre Marketing se titula “Inditex”,
los pensamientos instantáneos de muchos se situarán en torno a la idea de “ya
está muy visto”, “se ha hablado de todo lo que se podía hablar” y, tal vez, “se
está recurriendo al tema fácil”. Pero créanme que esa no es la idea.
Como gallega que soy, no puedo
negar cierto orgullo al escuchar alabanzas en los medios de comunicación hacia
este imperio que sigue sin renegar de sus raíces. Pero más allá de lo personal,
de ese sentimiento que a todos los norteños nos une especialmente con nuestra
“morriña” por la tierra, podemos afirmar abierta y rotundamente que el fenómeno
Inditex ha marcado un antes y un después en la industria.
Y, a pesar de haber sido objeto
de infinitos estudios que no han dejado sin analizar ni un solo paso de sus
trabajadores, ni un solo metro cuadrado de sus fábricas, ni una sola decisión
de sus directivos; continúa siendo objeto de admiración y devoción.
Podemos decir que una de las mayores
claves del éxito de Inditex es la logística relacionado con la fabricación y
distribución. Y dado que es precisamente este último concepto de distribución
el que hemos estado comentando recientemente en clase de forma amplia, qué
mejor manera de referirnos a él que tomando como ejemplo la cumbre del éxito de
la política de distribución, ejemplificada
precisamente en Inditex.
Una política que no ha podido ser
igualada por ningún otro competidor, y que se basa en diseñar, fabricar y
distribuir a las tiendas al mismo tiempo al que evolucionan las ventas, "just in time".
Es más,
es desde las propias tiendas, desde cada una de las más de 6.600 tiendas que se
encuentran por todo el mundo, desde donde se comunica qué prendas se están
vendiendo de una mejor forma y cuáles permanecen sin vender en mayor
abundancia.
De esta forma, no sólo se distribuirá de manera personalizada, atendiendo
a las distintas necesidades de cada tienda y, como no, a las distintas
estaciones y modas entre unos países y otros, sino que esas noticias se tendrán
muy en cuenta también en relación a las prendas que se seguirán diseñando los
siguientes días en cuanto a tejidos, colores, combinaciones…
A diferencia de sus competidores, el grupo Inditex está integrado verticalmente. Esto le permite controlar toda la cadena de valor, y supone una de las claves de la gran capacidad de reacción de la que hemos hablado, muy superior a la de sus competidores. De esta forma, "los clientes ya no cierran la cadena de valor, sino que la condicionan".
Es a las 12 de la noche cuando
las tiendas cursan el pedido. A las dos de la madrugada, tan sólo dos horas
después, comienza el reparto dentro del centro logístico. Y a las ocho se
expide vía transporte terrestre si se trata de tiendas de Europa, o vía
transporte aéreo en caso contrario.
Y, repitiéndose este proceso de
forma diaria, cada tienda del mundo recibe ropa de nueva colección dos veces
por semana.
Esta estrategia de diseño y distribución según las tendencias y las necesidades de los clientes, y la producción en función de la demanda actual y no de colección en colección, permite al grupo Inditex reducir los productos no vendidos al máximo, y destinar toda la superficie de sus tiendas a la venta al prescindir de almacenes. Como consecuencia, se obtiene una mayor rotación de los productos y mayores beneficios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario